NOTA: el autor de esta entrada es Salas, compañero del Club de juegos de mesa Clandestino.
Merece la pena la reflexión de Ricard Ibañez, a mí me ha inspirado para escribir esta entrada:
No se avergüencen. Es humano tener miedo de lo que uno desconoce. Y a lo que uno teme, lo ataca, lo desautoriza, procura apartarlo de sí y de sus seres queridos. No se preocupen. Los jugadores de rol lo entendemos.
Entendemos que en una sociedad básicamente audiovisual como la nuestra, se mire con extrañeza un entretenimiento basado en la imaginación. En el que el jugador, en lugar de adoptar un papel meramente pasivo, como sucede frente al televisor, adopte un papel totalmente activo, creando la narración a medida que la juega.
Entendemos también que en esta sociedad suya y mía, caro lector que nunca jugará a rol, que tiende hacia el individualismo y la soledad, y cuyo futuro parece ser la relación por internet, haya locos que aún gusten de realizar una actividad colectiva, reuniéndose en grupos de media docena de amigos, tomando un refresco antes de empezar, jugando unas horas alrededor de una mesa y yéndose después al cine o a cenar.
Entendemos que miren con desconfianza, ustedes que han vivido toda la vida arropados por normas y reglas prestablecidas, un juego cuyo único límite es la imaginación de los que lo juegan.
Entendemos, por último, que en un mundo como es éste de principios de siglo, dominado por las nuevas tecnologías, se mire con extrañeza a unos locos que en lugar de jugar delante de un ordenador prefieren volver a la tradición oral, a la narración y al diálogo, como antes de los tiempos del televisor.
Lo entendemos. No se preocupen. Pero… ¿No les gustaría criticarnos con conocimiento de causa? Entonces ¿Por qué no leen algún manual, juegan alguna partida, y luego opinan? Y no les preocupe si no les gusta. A diferencia de ustedes, nosotros entendemos que no a todo el mundo le tienen que gustar las mismas cosas.
Extraído del Prólogo de la 2ª Ed. de Aquelarre. En ocasiones, tan válido como para los juegos de mesa.
No sé si el autor habrá conseguido su propósito, que nuevos jugadores se atrevan con el rol, o incluso reconvertir a algún detractor, quién sabe. En mí ha provocado nostalgia, y una sensación de «privilegio» por llevar disfrutando tanto tiempo de esta forma de ocio, que provoca cierto rechazo/recelo en mucha gente, y a la que jamás pensarán acercarse, ni por curiosidad.
Y también me ha hecho recordar los 3 años que llevo jugando a decenas de juegos en Clandestino, pasando momentos inolvidables. Pero más que con cualquier juego, me quedo con esos momentos puntuales que recordaré siempre. Al fin y al cabo, los juegos cada vez me recuerdan más unos a otros, pero cada momento es único. Sensaciones parecidas ya vividas en mis tiempos de adolescente rolero y lector de Líder. Y por esto me pregunto si mi llegada a los juegos de mesa fuera por necesidad. Necesidad de reencontrarme con experiencias parecidas que reavivaran mi espíritu «juguetón». Veamos…
El objetivo está más que cumplido, peeeero… creo que hay un tope para los juegos de mesa, que en los juegos de rol no me encontré. Y me explico haciendo algunas comparaciones, siempre desde lo que yo he vivido, 1º con el rol, y años más tarde con los juegos de mesa. En las 2 etapas, con grupo estable e instalaciones concedidas para jugar, es decir, partiendo de condiciones muy parecidas.
REJUGABILIDAD Y LIBERTAD DE ACCIÓN:
MESA: La experiencia de juego es muy parecida en casi todos los casos, maximizar tus «limitadas» acciones para conseguir más puntos de victoria que nadie, y si encima no hay interacción, puff, difícil encontrar esos momentos «inolvidables»….se agradece la aparición de savia nueva, como el caso del Calendario Maya y sus engranajes.
A favor, disponemos de juegos «originales», Ricochet Robots, Timbuktou, Primordial Soup…. raras excepciones que logran escapar de ser encasillados en alguna mecánica….porque después de algunos juegos a las espaldas, pocas son las explicaciones de reglas de algún juego nuevo, en las que no se aluda como ejemplo literal, a otro, en el caso del Copycat es sangrante.
ROL: La jugabilidad empieza con los módulos de aventuras para el juego, y una vez agotados, «sólo» queda la imaginación/inspiración del Máster….esto tiene una gran pega, si enferma o pasa por una mala racha….ese juego descartado por baja de su correspondiente Máster.
En cada turno puedes hacer lo que quieras, dentro de los límites físicos y mentales de tu Pj, y según la dificultad, en cada juego se resolverá de diferente manera si consigues realizar con éxito, o fracaso, lo que pretendías.
Si existiera un foro de rol estilo BSK, no tendría cabida la expresión: «Es un juego que se quema rápido», y si se quema el máster, se pone otro, con otra cabeza a estrenar…
IMPORTANCIA DEL REGLAMENTO:
MESA: Es vital, un pequeño fallo por una regla, una gran cagada para la partida. Cambia el juego por completo, casi siempre.
ROL: Las reglas son guias, ayudas, referencias…al servicio de la diversión, ayudan a unificar y ejecutar en grupo, lo que cada jugador va imaginando individualmente durante el desarrollo de la aventura.
Es muy común, añadir o quitar reglas, generalmente para agilizar la narración y/o la acción.
COMPETITIVIDAD/COOPERACIÓN:
MESA: Es necesaria una cierta competitividad en cada jugador, la suficiente como para no joder la partida favoreciendo a alguien, pero no demasiada como para olvidarse de que estamos jugando para divertirnos. La virtud está en el término medio, se dice, y a veces las partidas se «desvirtúan», que levante la mano quién no lo haya vivido en alguna ocasión. Y sino, enhorabuena.
En cuanto a la cooperación, pués tiene su buena representación, en cantidad y calidad, pero me da la impresión que son juegos considerados de 2ª fila, por el efecto líder, puzzle multijugador…En semicoop, que puede limar algunos defectos de los puros, el 1º en BGG es el Galáctica (Nº22), y no es muy del agrado de los jugones «Alfa».
ROL: Se aconseja cierta cooperación para sobrevivir….pero se ve de todo, hasta matarse por repartir el tesoro…
Pero generalmente se compite PJ´s contra el máster, que uno de sus objetivos es llevar la partida a un nivel de dificultad medio alto, adecuándola al desarrollo de los acontecimientos, para que no sea un camino de rosas, ni una misión imposible. La partida debe acabar con alguna baja entre los PJ´s, y los supervivientes suspirando de alivio….. el final ideal.
El mismo grupo se marcará el grado de confianza de unos con otros, si tienes que descolgarte por un precipicio atado a una cuerda, debes saber a quién NO pedir ayuda….
MESA&ROL: Que entusiasme el juego a todos. Se nota cuando alguien no «vive» el juego, es horrible, termina la partida y pienso: «Mejor no haber jugado».
Busco juegos que provoquen esos momentos inolvidables y únicos, y sino, al menos que me aporten nuevas experiencias, como cuando llegué a este mundillo. Y huyo de los que me ofrecen algo parecido una y otra vez…..Sr. Uwe???
Echo en falta sorprenderme más a menudo cada vez que me siento a jugar(todavía sucede, el Polis me ha dejado loco), todavía recuerdo mi 1ª vez a muchos juegos, y mi asombro, al Caylus, Dominion…..pero después de tantas partidas, ya no es lo mismo, siguen siendo divertidos, los juego, pero le falta ese punto de sorpresa o incertidumbre. En 4 años jugando a rol, nunca sentí esta monotonía….al contrario, manteniendo el mismo grupo de jugadores, y los mismos 4 juegos¡¡¡ (Stormbringer, Runequest, D&D y , sobre todo, MERP), íbamos adaptando las reglas a nuestro gusto, y disfrutando cada vez más de las partidas, creciendo como jugadores a la vez que nuestros PJs subían de nivel y afrontaban nuevos y mayores retos.
Seré yo, que estoy saturado de tanto jugar?. O Será que busco unirme a un nuevo grupo de aventureros que tengan el mismo objetivo? Diverstirse jugando, que no jugando para divertirse, con esa fascinante incertidumbre de no saber que pasará en la próxima sesión(aventura¡¡¡¡), después de 40 partidas al mismo juego, sin esa sensación de déjà vu que me pueden producir 10 juegos de mesa diferentes.
Que no se me encienda nadie, como dice el gran Ricard, debemos entender que no a todo el mundo le tienen que gustar (y añado yo «TANTO») las mismas cosas.
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Muy buena reflexión. La verdad es que pienso muy parecido.
Estuoenda entrada, aunque personalmente difiera en alguna cosilla. Por ejemplo lo de sorprenderme no es lo que más valoro en un juego de mesa. Pero vamos son los matices que da el gusto de cada uno.
Así que repito: estupenda entrada
Salas macho me ha gustado mucho el artículo.
Me uno a las felicitaciones, pero, si se me permite, un pequeño apunte (con consejo incluido), utilizas el generico juegos de mesa pero en realidad sólo hablas de euros, un hibrido como el Combat Comander te puede hacer pasar unos momentos como los que describes, y te da para muchas mas de 40 partidas.
En cuanto a euros, es cierto que «mecanimente» pueden llegar a ser repetitivos, pero sigue siendo fundamental los jugadores con quien juegues. Ahora, en las anotaciones sobre tus juegos en la Bgg, ademas de buscar el número de jugadores ideal para cada juego, deberia existir un apartado para incluir los nombres de los jugadores con los que jugar a cada juego.
Perdon que me enrollo. un saludo y buen comentario.
Muy chulo el artículo, Salas! Felicidades!
Yo cada día tengo más claro que lo importante no es el juego sino con quién lo juegas 🙂
Un abrazo y ya esperamos con ganas el próximo artículo! 😉
Creo que muchos de los que estamos en este mundillo venimos de los juegos de rol y nos sentimos muy identificados con el artículo. A mi, sin ir más lejos, cada vez que juego al Arkham Horror me dan unas ganas terribles de probar «La llamada de Cthulhu». Felicidades por el artículo Salas, queremos más!
Que grande chanchullero, tienes que escribir mas para dar mas vidilla el blog.
Creo que olvidas un pequeño defecto del rol…. la dependencia del tiempo.
En un juego de mesa, en una tarde puedes jugar a varios juegos con distintos números de jugadores. En nuestro grupo es normal que haya partidas que empiecen a las 5 otras, a media tarde, y otra en turno de noche, con jugadores que se incorporan en la segunda, o que se van antes de la tercera.
En rol…. eso es más complicado, dependes de que estén tus compañeros, especialmente el master, siempre los mismos, y sin posibilidad de faltar. Vamos que si un compañero está con problemas personales, o exámenes, o enfermo, en el rol estás jodidillo.
Eso si que es verdad alejandrom, es lo que tiene el rol. un saludo.
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