INTRODUCCIÓN
Recuerdo mi primera partida de Ghost Stories (GS) en Clandestino: nuestro querido compañero SaLaS, el único que ya había jugado antes, no paró de recomendarnos durante toda la partida: “la clave son los budas”. A pesar de probar con el nivel de iniciación nuestra actuación fue bastante desastrosa y yo me quedé con esa sensación de “si éste es el nivel más fácil, ¡no me quiero imaginar los más chungos!”. Recuerdo que no paraban de salir fantasmas y que nuestros monjes se volvían tan locos como SaLaS desesperado repitiéndonos una y otra vez “¡chicos, tenemos que usar más los budas!”. En aquella partida experimentamos esa sensación de agobio paulatino que Ghost Stories provoca en los jugadores. A pesar de nuestra debacle, aquella tarde nos divertimos muchísimo, parodiando el ya famoso “¡la clave son los budas!” 🙂
Puesto que estos ingredientes, tensión y diversión, son mis preferidos en los juegos, y como buen amante de los juegos con opción para un solo jugador (o con variante para ello) adquirí mi copia de GS y comencé a practicar. Al principio me parecía una utopía ganar incluso en el nivel Iniciación pero con la práctica he ido descifrando los secretos de esta gran joya hasta el punto de ganar en el nivel Pesadilla.

Vis Ludica, los culpables de este post de estrategias de GS
El acicate de escribir este post de estrategias para el Ghost Stories surgió hace unas semanas cuando Javier Calvo de Vis Ludica comentaba con su compañero David Arribas en uno de sus divertidos podcasts que ganar en este juego era imposible. Así que heme aquí intentando demostrar que sí es posible 🙂
Puesto que el objeto de este post no es una reseña del juego sino exponer sus estrategias, omitiré explicaciones de las mecánicas del juego y daré por hecho que el lector conoce sus reglas.
Y ahora sin más preámbulos… ¡vamos a intentar echar una mano a esos pobres monjes Taoitas desorientados! 😉
ELIGIENDO LOS PODERES DE LOS MONJES
En el comienzo de una partida de Ghost Stories nuestros héroes monacales tienen un poder especial a elegir entre dos posibles. A continuación comento la “configuración” de poderes de los monjes con los que más me gusta jugar y por qué:
VERDE: La fuerza de una montaña: cuando hace exorcismos tira cuatro dados Tao (usa el dado Tao especial). Además, nunca tiene que tirar el dado de Maldición.
En comparación con el otro poder, en éste directamente se ignora el dado de Maldición lo cual ya de por sí es una gran ventaja. Supongo que por probabilidades, volver a tirar los datos Tao será más eficiente, pero tirar un dado extra tampoco está mal y además, como ya comentaré más adelante, una de las claves es no confiar en los dados sino usar las fichas Tao. Por otra parte, tirar 4 dados en lugar de 3 puede ser más útil para exorcizar a la vez a dos fantasmas de distinto color.
ROJO: Danza de los Vientos Gemelos: después de su movimiento, puede mover a otro monje Taoísta un espacio.
Cuando comencé a jugar la habilidad de este monje me pareció un insulto a un color tan importante como es el rojo 😉 y sin embargo actualmente me parece clave pues es muy útil para colocar a monjes juntos y poder así compartir las fichas Tao (algo fundamental). Además, colocar al otro monje en la loseta central le permitirá que pueda llegar a cualquier punto del tablero en su próximo turno.
AZUL: Ráfaga Divina: puede pedir ayuda a los habitantes de pueblo y además intentar un exorcismo, en el orden que desee.
Esta elección admito que me resulta más indiferente que la otra. Ambas creo que están bien aunque me inclino más por ésta porque considero que puede ser más equilibrada y por tanto más polivalente.
AMARILLO: Bosillos sin fondo: antes de su movimiento, toma una ficha Tao del color que quiera entre las que estén disponibles en la reserva.
La ventaja de este poder frente al otro es que te permite acumular fichas Tao las cuales son imprescindibles para los fantasmas más resistentes. El otro poder sólo quita un punto de daño al fantasma que queramos, que no está mal, pero me parece menos cañero.
Me gustaría aclarar que esta selección de poderes es una cuestión subjetiva y que por supuesto no quita que otras combinaciones puedan producir también buenos resultados.

La elección inicial de los poderes de los monjes Taoístas es un factor de rejugabilidad en Ghost Stories
ERRORES MÁS COMUNES
Si bien sus detalles los explico en los siguientes apartados, a continuación resumo los que considero los errores más comunes cometidos por los jugadores noveles de Ghost Stories:
- Confiar en exceso en los dados.
- Infrautilizar los Yin-Yangs.
- Subestimar las fichas Tao.
- No compartir las fichas Tao entre los monjes.
- Pensar que sacar nuevos fantasmas es malo (cuando no hay demasiados).
- Priorizar incorrectamente qué fantasmas exocizar.
- No colocar correctamente a los fantasmas.
- Menospreciar algunas losetas de pueblo.
y por supuesto…

Abusar de las tiradas de dados Tao es uno de los errores más comunes en Ghost Stories
LAS LOSETAS DE PUEBLO Y LAS ESQUINAS
Si bien todas las losetas de pueblo son útiles, algunas lo son especialmente y la victoria será más fácil si estas losetas están en las esquinas. ¿Por qué? Porque las esquinas son lugares estratégicos donde poder exorcizar a dos fantasmas a la vez, por lo que será normal colocar a nuestros monjes allí.
Por otra parte, las losetas de pueblo que más suelo utilizar son:
Templo Budista: Toma una figura de Buda. En el turno siguiente podrás ponerla en cualquier piedra de encantamiento a tu elección.
Los budas son fundamentales para proteger espacios de los monjes y para aniquilar de un plumazo a los fantasmas más grandes.
Cabaña del Hechicero: Descarta cualquier fantasma que esté en juego, sin sufrir su maldición, pero también sin recibir su recompensa. Pierdes un punto de Qi.
Esta loseta es fundamental para matar a los fantasmas más molestos y/o con mayor resistencia si la cosa se pone fea. El precio a pagar es 1 Qi pero se puede recuperar fácilmente en la siguiente loseta:
Casa de Té: Toma una ficha de Tao del color que quieras de la reserva, y gana una ficha de Qi. A continuación, haz entrar en juego un fantasma.
Acumular un buen nº de fichas Tao es fundamental para asegurar los ataques. Además en esta loseta podremos acumular Qi adicional que gastaremos en la Cabaña del Hechicero.

Todas las losetas de pueblo son útiles. No las subestimes
APERTURA Y USO DE LOS MONJES
La primera acción que suelo realizar es la Casa de Té: permite una ficha Tao del color que quiera, el monje gana un Qi extra (que vendrá bien para poder usar Cabaña del Hechicero) y el precio a pagar es sacar otro fantasma lo cual al principio de la partida puede ser hasta una ventaja. ¿Por qué? Porque de eso se trata precisamente: para ganar la partida ha que derrotar a la/s encarnación/es de Wu-Feng, y para ello antes tenemos que exorcizar a los fantasmas que lo preceden así que cuantos más nos vayamos cepillando, mejor. Lógicamente esto no es tarea fácil y si se nos juntan demasiados fantasmas la cosas se complicará e incluso podrá hacernos perder la partida, pero si no es así, como sucede al comienzo de la partida… ¡hay que sacar a esos fantasmas para acabar con ellos! 🙂
Esta acción la suelo realizar con el monje amarillo ya que procuro que sea el portador de fichas Tao para luego dar soporte en los ataques.
El monje azul suelo colocarlo en el Templo Budista ya que así siempre atacará y cogerá un buda a la vez, siempre y cuando esta loseta no haya caído en el centro. Lo ideal es que esté una esquina.
El monje verde es el que reparte más leña, obviamente. Y con prioridad para los fantasmas que tienen dado de Maldición cuando se mueren, ya que así puedes ignorarlo.
El monje rojo suelo utilizarlo para dar leña también y para activar las losetas de pueblo.
Por otra parte, el orden de turno de los monjes también puede ser un pequeño detalle a tener en cuenta.
Y otro aspecto a recordar al principio de la partida es que los monjes empiezan con una ficha Tao de su color, por lo que si atacan a los fantasmas de su color, lo tendrán más fácil para empezar a sacar partido a las fichas Tao.

Todos los poderes de los monjes son útiles. Especialmente la del monje rojo (imagen de Uncle Ralf - BGG)
PRIORIDAD Y COLOCACIÓN DE LOS FANTASMAS
Una de las cosas que más me gusta de GS es la diversidad de fantasmas que hay: me divierte mucho cuando robo una carta de fantasma y me pregunto qué me espera.
Hay que distinguir varios tipos de fantasmas para atender a su prioridad para eliminarlos. De mayor a menor:
Negros. Estos fantasmas suelen penalizarnos con alguna put*dilla como quitarnos un dado de ataque, perder el poder especial de un monje, o no permitirnos usar los tokens Taos. Algunos no son muy resistentes y además suelen dar buenas recompensas por lo que son los más prioritarios.
Encantador. No me refiero a los fantasmas simpáticos sino a los que encantan las losetas de pueblo y hacen que perdamos la partida. Lógicamente, siempre serán más prioritarios que cualquier otro tipo si están a punto de encantar una loseta crítica.
Fantasmas pequeños (1-2 puntos de vida). Son más prioritarios que los más grandes porque son más fáciles de eliminar = tendremos más huecos disponibles = menor riesgo de perder Qi por tener los 3 huecos del monje llenos = menos agobio 🙂
Fantasmas grandes. Este tipo de fantasmas aguantan bastante (muchos puntos de vida) pero no hacen otra cosa que ocupar hueco, es decir, no encantan losetas, no echan maldiciones todos los turnos, etc. Son los que menos me preocupan precisamente por eso. Normalmente suelo dejarlos “aislados” y cuando viene muy bien su recompensa entonces sí me centró en eliminarlos.
La encarnación de Wu-Feng es un tema aparte: si estamos en condiciones de plantarle cara no hay duda de que la prioridad es cascarle con todos los monjes a saco. Si en cambio tenemos algún fantasma negro (p.ej.) que nos lastra, seguramente merezca la pena cargárselo antes.
Sobre la colocación de los fantasmas, en las esquinas suelo colocar a los fantasmas más débiles (con menos puntos de vida) ya que serán los que más ataques reciban y así podremos eliminar dos con un solo ataque. Lógicamente si se puede elegir siempre hay que evitar ocupar todos los huecos de un monje para que no pierda Qi y acercarlos a las posiciones de los monjes según sus posibilidades y habilidades (fichas Tao, dado de Maldición en el caso del monje verde, etc.).
Otro aspecto interesante en la colocación de los fantasmas es cuando podemos elegir el tablero, porque su color correspondiente ya esté lleno. Si se trata de un fantasma peligroso (como un encantandor) intenta que sea en el tablero de un monje al que le falten varios turnos para jugar, ya que si lo colocas en el tablero del próximo monje en jugar, se activará en el turno siguiente. Considera también las mejores opciones para eliminarlo como p.ej. colocarlo en una esquina donde vas a hacer un ataque en el siguiente turno.

Colocar los fantasmas adecuadamente y saber cuándo eliminarlos es vital
EL YIN-YANG
Las fichas Yin-Yang son extremadamente útiles. No obstante no hay que tener miedo a usarlas, ya que si es para evitar que la cosa se ponga más fea, seguramente valga la pena. Además, hay varios fantasmas que devuelven el Yin-Yang.
Casi siempre lo uso para recibir la ayuda de una loseta de pueblo en vez de para desencantar una loseta de pueblo ya perdida, y suele ser la Cabaña del Hechicero contra un fantasma puñetero con pocas probabilidades de ser derrotado a corto plazo, o contra un encantador que a esta a punto de encantar una loseta crítica.
Lo ideal es tener al menos un monje con un Yin-Yang disponible para casos de emergencia.
Y por supuesto, si vas a derrotar con toda seguridad a un fantasma que te devuelve el Yin-Yang, úsalo siempre antes del ataque, incluso si las probabilidades de derrotarlo no 100% seguras pero sí muy altas.
La recompensa de muchos fantasmas suele ser escoger entre recuperar el Yin-Yang o subir un punto de Qi. Absolutamente SIEMPRE elijo recuperar el Yin-Yang si ya lo gasté previamente.
EXORCIZANDO FANTASMAS
Uno de los errores más comunes que comentaba anteriormente, y éste es seguramente el más extendido de todos, es confiar en exceso en la efectividad de los dados. Los caras de los dados Tao tienen los 5 colores de los fantasmas (rojo, azul, verde, amarillo y negro) y un sexto color, el blanco, que hace de comodín. Eso significa que cuando ataquemos a un solo fantasma sólo nos valen dos valores de cada dado. Tirando un poco de estadística, si el fantasma tiene tres puntos de vida y tiramos tres dados Tao, tenemos menos de un 4% de probabilidades de devolverlo al infierno, lo cual es muy complicado. Si el fantasma tiene 2 puntos de vida, lo cual es poca cosa, las posibilidades de éxito no llegan ni al 26%. ¿Sorprendidos? Y si tiene un mísero punto de vida (“algo chupado” pensará más de uno), las probabilidades de éxito sería de un 70%, lo cual está mejor pero tampoco es algo del todo seguro.
Por si estos temerarios cálculos no son suficientes para desanimar a los partidarios de convertir a nuestros monjes en torpes karatekas, no hay que olvidar la famosa Ley de Murphy aplicada al Ghost Stories: “Si una tirada de exorcismo puede salir mal, saldrá mal, y el fantasma siempre cae en el color más ocupado”.
¿Quiero decir esto que nunca hay que atacar con los dados? Por supuesto que no, pero lo ideal es apoyarse siempre en las fichas Tao. Y ésta es una de las estrategias clave que recomiendo.
Las fichas Tao no son difíciles de conseguir: el monje amarillo puede conseguir muchas, algunos fantasmas las dan como recompensa y hay un par de losetas que las proporcionan.
Y otra estrategia que la suele olvidar es colocar a varios monjes en la misma casilla para que puedan compartir sus fichas Tao. Esto es fundamental especialmente con el monje amarillo, que es el que suelo utilizar para hacer acopio de fichas Tao de modo que se garanticen los ataques y no se pierda la acción en vano.

Las fichas Tao son fundamentales para garantizar los exorcismos, especialmente de los fantasmas más resistentes
LA CLAVE SON LOS BUDAS
En efecto, los budas son muy importantes 🙂 Utilizando el monje azul podremos asegurar colocar un buda por turno a la par que exorcizamos a algún fantasma que tengamos delante. Los budas son la clave para matar a los fantasmas más gordos que parecen imposibles de derrotar. Si tenemos la suerte de que sale uno de estos fantasmas chungos en el color donde ya tenemos un buda, no hay que pensárselo: ¡budazo al canto! Si es de otro color, una forma de eliminarlo a posteriori es usando la olvidada pero muy útil loseta Pabellón del Viento Divino, esto es, la que permite mover a un fantasma y a un monje. Esta acción parece una chorrada pero es un fundamental para sacar el mayor partido a los budas. Por otra parte, acercar a los monjes a zonas poco socorridas es además un añadido muy interesante en determinados momentos.
Los budas además también tiene otra utilidad y es que al proteger un espacio vacío de los monjes, podemos despreocuparnos de esa zona. Esto lo que permite es poder tener a los monjes más agrupados y no olvidéis que esos es importante para compartir las fichas Tao.

Parafraseando a nuestro compi SaLaS: "¡la clave son los budas!"
AJUSTANDO EL NIVEL DE DIFILCUTAD
A mododo de addendum y a raíz de los comentarios recibidos en el blog sobre la mayor dificultad que supone jugar con un solo monje Taoísta, actualizo el artículo para comentar que precisamente una de las cosas que más me gusta de Ghost Stories es que tiene mecanismos para ajustar la dificultad poco a poco. Algunos ejemplos:
- Nº de encarnaciones de Wu-Feng. En Iniciación-Normal sólo hay 1 y en Pesadilla-Infierno, 4. ¿Pero quién nos impiede jugar con 2, 3, ó 5? 😉
- Elegir las encarnaciones de Wu-Feng. En mi opinión hay unas más asequibles que otras.
- Elegir la colocación de las losetas de pueblo. Esto puede hacer más fácil o difícil la partida.
- Tener una sola figura de buda en lugar de dos
- Limitar el nº máximo de fichas Tao (que sean menos de 5).
- Nº de losetas encantandas que hacen perder la partida.
- Puntos de Qi (vida) de los monjes.
- Empezar sin el Yin-Yang.
- Empezar sin la ficha Tao inicial.
- Empezar con alguna/s loseta/s encantada/s.
- Elegir los poderes de los monjes que consideramos menos potentes
y como muy bien habéis apuntado algunos…
- ¡Jugar con un solo monje! 🙂
¡Y seguro que hay más opciones!
ÚLTIMOS CONSEJOS
Y para finalizar, unos últimos consejos rápidos:
- Procura colocar en la zona del monje verde los fantasmas que tenga el dado de Maldición en su piedra central (efecto todos los turnos), así podrás ignorarlo. Del mismo modo, intenta exorcizar con el monje verde los fantasmas que tengan el dado de Maldición en su piedra derecha (efecto cuando mueren).
- Recuerda que hay fantasmas que no “molestan”.
- Empieza probando con las combinaciones más fáciles. P.ej. coloca las losetas de pueblo como quieras, elige el orden de los monjes, etc.
- Dejar encantar una loseta no crítica puede ser un daño menor. P.ej: el cementerio puede ser muy útil pero puedes ganar la partida sin él de sobra.
- Si tienes dudas de a dónde mover el otro monje con la habilidad del monje rojo, elige siempre el centro ya que desde allí se puede acceder a todas las losetas del pueblo.
- Si hay muchos fantasmas de un mismo color, seguramente te merezca activar la loseta del pueblo Círculo del Oración (todos los fantasmas del color de la ficha Tao de esta loseta tienen su resistencia reducida en 1 durante los exorcismos).
- La loseta Ronda de Noche (mueve todas las figuras de Encantamiento de un tablero de vuelta a la carta) es ideal para hacer retroceder a los fantasmas Encantadores que van a encantar una loseta irremediablemente.
- Vigila las fichas Tao que vayas acumulando ya que están limitadas.
- No tengáis miedo a perder Qi. Está para eso. Lo más crítico es evitar que encanten losetas.
- Intenta planificar los turnos. GS es continuo apagafuegos pero adelantarse al impacto de los próximos turnos es fundamental.
Y recordad siempre… ¡¡la clave son los Budas!! 😉
Dedicado a nuestro compañero Clandestino SaLaS, por enseñarme esta joya y para que se recupere pronto 😉
NOTA: Todas las imágenes son de la BGG.